Dentro de unas horas, tengo que volver a Peralta.
No os imaginais lo doloroso que es el silencio el día después del Curso.
Se me clava como un cuchillo.
Busco vuestras caras, las que me son conocidas y las que no lo son tanto…y ya no están.
Puede que no haya podido hablar tranquilamente con todos vosotros, pero a veces sólo una mirada o una sonrisa han sido suficiente para comunicarnos.
La música une y la separación, como siempre, es dolorosa.
Para los que me lo habéis pedido y para los que no pudisteis quedaros hasta el final, aquí tenéis el texto que leí en el Concierto de Clausura: nuestra Sinfonía Inacabada.
He estado pensando y… ¿sabéis una cosa? , creo que, en estos días, todos nosotros hemos escrito una bonita sinfonía.
Algunos de vosotros erais notas separadas por silencios que, con la amistad, se han transformado después en preciosos acordes de notas juntas.
Puede que haya habido algún pasaje triste, la añoranza de vuestra casa, de vuestros amigos, la comodidad de vuestro sofá,el cariño de vuestros padres o seres queridos.
Ha habido semicorcheas alegres y en stacatto, formadas por vuestros pies corriendo por la plaza del monasterio, jugando y corriendo, dirigidas por el tempo alegre que os han marcado nuestros monitores María y Oriol.
Ha habido también alegres glissandos en la piscina, cascadas de notas marcadas por vuestras risas, mientras os perseguíais por el agua, y una broma musical muy fresquita hecha, lo sé, con mucho cariño.
Hemos tenido, como en toda buena obra también alguna disonancia que entre todos, con buena voluntad, hemos intentado resolver siempre en una bella consonancia.
Hemos disfrutado del contrapunto de nuestras voces explicando historias nocturnas en la piscina.
Hemos creado marcadas síncopas con nuestros cuerpos bailando al ritmo de la música.
Ha habido acordes preciosos, llenos de bellos armónicos, que han quedado dolorosamente incompletos porque alguna de sus notas ha tenido que irse del Curso antes de tiempo.
Ha habido miradas sensibles que se han sentido apasionadamente atraídas por alguna tónica.
Notas ligadas que seguirán estándolo a través del correo electrónico o el Messenger.
Y os lo digo sinceramente, hemos sido muy afortunados, porque no creáis que hemos escrito nuestra sinfonía en un pentagrama normal y corriente de 5 lineas negras, no, nosotros hemos tenido 14 que sois vosotros profesores y monitores de nuestro Curso, que habéis marcado para nosotros un pentagrama de 14 líneas preciosas y claras, de brillos dorados, donde hemos podido escribir cada una de nuestras notas.
Yo creo que nos ha quedado una bonita sinfonía, y os propongo una cosa, no poner ahora una doble barra final, oscura y triste, en el último compás, pienso que lo mejor es dejarla ahora inacabada, como hizo el gran Schubert, para que podamos seguir escribiéndola, donde la dejamos ahora, el año que viene.
Gracias a todos y hasta siempre.
José Antonio Chic
( Estad atentos: muy pronto publicaremos un amplio reportaje fotográfico del Curso