Apreciados músicos de Ensemble XXI:
Quisiera contaros una historia que me pasó hace unos días:
Un señor vestido de azul llamo a mi puerta para traerme unos paquetes, eran unas cajas marrones bastante grandes y pesadas.
Las llevaba con un carrito.
Eran un poco feas, y olían un poco mal.
Y como ahora ya sabéis contenían nuestros Cds.
Para él eran como todas las cajas que suele transportar en su camión, feas y pesadas
El señor de azul no lo sabía pero en estas cajas, un poco vulgares, había muchas cosas importantes:
Estaban todas las tardes del viernes que hemos pasado ensayando
Estaban horas de autocar de sábado de la tarde que podríais haber aprovechado quizás en algo mejor: estudiar, ver la tele comiendo unas palomitas, salir a espiar a la chica o al chico de vuestros sueños…o hacer la siesta.
Estaban los viajes soportando películas que he escogido para haceros más divertido el viaje y, lo admito, algunas han sido horrorosas.
Estaban las clases y paciencia de vuestros profesores de instrumento, lenguaje musical, asignaturas teóricas…
Estaban las horas de estudio en casa y el esfuerzo que os ha costado aprender a tocar vuestro instrumento.
Estaban el apoyo del Equipo directivo,el Apa del Conservatorio y nuestros Socios Protectores.
Estaban el montón de trabajo en fotocopias que hemos dado a nuestras ordenanzas y la colaboración siempre amable del personal de administración y servicios.
Estaban el apoyo de vuestros padres, y el sacrificio de llevaros y recogeros del autocar,cuando regresamos de un concierto, a veces a las 2 o las 3 de la mañana
Estaban el apoyo de mis padres y la preocupación de mi mujer que sabe que por la noche enseguida tengo sueño y al llegar a Monzón, todavía me queda una hora de coche para regresar a casa.
Estaban el apoyo de nuestros patrocinadores: la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Monzón, la C. A. I., Cosehisa, Radio Cinca 100 y el Centro de Profesores y Recursos, que quiero agradecer sinceramente.
Y estaba lo más valioso y pesado que transportaba: vuestra entrega, ilusión, y alegría para hacer posible este Cd. del que me hacéis sentir tan orgulloso.
Al irse, el mensajero me hizo firmar un papel y, cuando se fue pensé que, quizás las cosas no pasen sólo por casualidad y, aunque él no lo supiera, su uniforme azul era del color más hermoso y perfecto para transportar lo que traía, nuestros “Retratos del Mar”.
Muchas gracias a todos y enhorabuena.
José Antonio Chic