(Texto recitado en el Concierto Inaugural del Décimo Aniversario de Ensemble XXI, el 6 de noviembre de 2010, en el que se narra cómo nació nuestra singular orquesta)
A la mayoría de Vds, que conocen ya a Ensemble XXI, y lo han escuchado asiduamente en estos 10 años, pueda parecerles una formación musical de lo más normal y habitual, pues, créanme, están muy, muy equivocados.
Lo que tenemos ahora mismo en el escenario es una formación bien extraña… y probablemente, más de un crítico o experto musical calificaría el hacer música con todos estos instrumentos a la vez , como de una auténtica locura.
¿Qué hacen un montón de guitarras tocando con una trompeta, con un clarinete, con tres contrabajos, 4 cellos, una soprano, violines y violas compartiendo escenario con percusión africana?
¿Dónde encajaría esta formación dentro de los cánones conocidos de la música clásica?
La respuesta es clara: en ningún sitio.
Seguramente por eso, todas las críticas musicales y reseñas de conciertos sobre Ensemble XXI suelen contener las palabras “original”, “singular” o “sorprendente”.
¿Cómo ha llegado pues Ensemble XXI a ser lo que es?
Todo empezó hace ya 10 años, gracias al inconformismo de un profesor, José Antonio Chic profesor de Guitarra del Conservatorio de Monzón y fundador de Ensemble XXI.
La guitarra es un instrumento más bien solitario, de precioso sonido, pero débil y delicado, y por estas características no forma parte de la plantilla orquestal y suele asociarse con cierta aprensión a otros instrumentos diferentes.
En sus años de infancia, durante sus estudios de guitarra, José Antonio escuchaba durante horas y horas música orquestal. Amaba profundamente a la guitarra, sabía desde el primer momento que la tuvo en las manos, que iba a ser su profesión, pero por otra parte sentía la pena de haber escogido un instrumento que nunca formaría parte de la orquesta.
Nunca sabría que se siente tocando a la vez con 20, 30 o 40 músicos…la fantástica sensación de crear belleza juntos, trabajando todos en una sola dirección, con los sentimientos y las emociones entrelazadas.
Esta pena, este anhelo por tener lo que no se tiene, seguramente fue la semilla de Ensemble XXI.
Pasaron los años, José Antonio finalizó sus estudios, se convirtió en Profesor de Guitarra y fue destinado al Conservatorio de Monzón en el año 1992.
Por aquel entonces existía la llamada “Clase colectiva de Guitarra”, que como su nombre indica consiste en agrupar a los alumnos de este instrumento para hacer música juntos.
José Antonio sentía una fascinación especial por esta asignatura… ¡Qué estimulante y divertido era para los alumnos hacer música en conjunto! A él también le encantaba escribir sencillos arreglos para que los interpretaran…pero en el fondo sentía que faltaba algo…
Su pequeña orquesta, sólo tenía una voz, la de la guitarra, y estaba muy lejos de parecerse a una orquesta de verdad y…tuvo una idea, una muy buena idea, que consistía en saltarse un poco las normas, en mirar más allá de lo que consideramos corriente o normal: invitó a un alumno de flauta y a otro de violín a participar en su grupo de guitarras.
¡Fue fantástico!
¡A sus alumnos les brillaban los ojos!
¡Nunca habían tocado con otro instrumento!
¡Era una experiencia muy emocionante!
José Antonio, gano en confianza, se sentía mejor…. pero no era suficiente , necesitaba algo más, algo grande, algo así como una “enorme guitarra” donde descansaran sus melodías y…pensó en el violoncello y luego en algo aún mayor, si, aunque pareciera una locura, sólo por probar, invitó también a un contrabajo y… ¡funcionó! Más tarde llego la viola para “hermanar” al violín y al violoncello… y unos años más tarde el clarinete, la trompeta , también voz a la que añadió el exotismo de instrumentos de percusión de procedencia árabe y africana.
José Antonio se sentía feliz…pero tenía un grave problema:
en ninguna tienda de música existía música escrita para la extraña formación que había creado…
Ninguna persona en su sano juicio se atrevería a ir a una tienda de música y pedir una partitura para 14 guitarras, violines, viola, violoncello, contrabajo, flauta, clarinete trompeta, voz y percusión. ¡Pensarían que estaba loco!
Sólo había una salida: tenía que escribir él mismo la música de su orquesta, una formación especial, necesitaba música especial y ésta tenía que encajar “como anillo al dedo” algo así como un traje a medida.
Había dos soluciones: Hacer arreglos de obras ya escritas de grandes compositores como por ejemplo Mozart, Bach, Beethoven… pero llego a la conclusión que ese no era el camino, demasiado fácil, demasiado previsible. Para eso ya estaban los cuartetos de cuerda, los grupos de cámara y las orquestas sinfónicas tradicionales que hacían esa música creada para ellas a un nivel de coherencia al que su extraño invento no podría llegar nunca, es más, probablemente, alguna de las obras de los grandes maestros podrían llegar a sonar hasta ridículas en su orquesta.
Existía otra salida, la más arriesgada pero a la vez la más interesante: crear un repertorio absolutamente original que se saliera de lo habitual y que dotara a su orquesta de una personalidad propia, de un signo de identidad especial, porque nadie más hacia ese tipo de música en la forma en que iba hacerla su orquesta.
Sí, ese era el camino correcto.
Los ensayos se convirtieron en un “laboratorio musical” donde José Antonio hacía mil probaturas. Modificaba las partituras una y mil veces, probaba combinaciones diferentes de instrumentos, buscaba el tipo de música adecuada…era una búsqueda continua, a veces llena de tachones en partituras tan mal escritas que ni él mismo llegaba a descifrar.
Pero poco a poco, el repertorio de Ensemble XXI iba tomando forma: llegaron las danzas renacentistas, las danzas celtas, las increíbles baladas irlandesas y escocesas …y , poco a poco, sin hacer ruido, Ensemble XXI, hizo renacer en José Antonio algo que llevaba dentro desde hacía mucho tiempo y que ni si quiera él sabía que existía: su vocación como compositor.
Desde entonces Ensemble XXI ha grabados seis discos, ha realizado más de 170 conciertos, ha destinado todos sus recursos económicos en apoyar a los jóvenes talentos musicales organizando cursos internacionales con prestigiosos maestros de los que se han beneficiado más de 700 alumnos.
Ensemble XXI ha servido de estímulo para la creación de formaciones similares en todo el mundo, y su música forma parte del programa de estudios de centros de enseñanza musical y universidades en países de gran tradición musical como Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Francia, Finlandia, Noruega, Italia, Alemania… gracias a profesores que, como hizo José Antonio hace ya 10 años, no se conforman con lo que tienen, y están dispuestos a mirar más allá de lo que los demás consideran normal.